jueves, 7 de junio de 2012


SISTEMA FILOSÓFICO DE LOS FILÓSOFOS PRESOCRÁTICOS 

Todos los filósofos presocráticos, tienen el siguiente sistema filosófico: todos nos hablan del principio (arce); el principio es el comienzo de todas las cosas, es el final de todas las cosas, o sea, es de donde todo sale y a donde todo va; es la materia de lo que están compuestas todas las cosas. El arjé es el fundamento de todas las cosas, en conclusión, el Arjé es lo absolutamente absoluto.

Todos los filósofos presocráticos fueron panteístas (todas las cosas son manifestación de Dios). Esto quiere decir que todas las cosas son Dios. El principio o el arjé se encuentra en la dimensión metafísica; el principio no se puede sentir porque no es sensible, es algo racional.

El principio se manifiesta, se proyecta en el mundo a través de los modos (son manifestaciones del principio para formar a los seres del mundo). El principio es metafísico y los “seres del mundo” hacen parte de la dimensión física. Esto es posible precisamente por la intervención de los modos; gracias a los modos se pasa de la dimensión física a la metafísica, porque los modos son la manera que tiene el principio de transformarse de metafísico a físico.

A. TALES DE MILETO

Nace en Mileto en el año 624 y muere en ele año 546 a.C.
La filosofía nació en el siglo VII a.C. en Jonia (actual Turquía) nació allí porque en esa época el mundo griego alcanzó su máximo apogeo en dicho territorio y no en la misma Grecia, porque en dicho territorio las Polis (Ciudades-Estado) estaban en guerras constantes de supremacía, dicha lucha comenzó en el siglo IX a.C. Quienes no querían vivir en la lucha y la confrontación iban a Jonia y fundaron colonias griegas como: Mileto, Éfeso, Samos, etc. 

Es así que en el siglo VIII en Jonia vivieron los dos grandes artífices de la cultura griega: Homero y Orfeo. Homero, es el padre de la lengua con dos obras fundamentales la Ilíada y la Odisea. Y Orfeo, como padre de la religión, con los llamados “misterios órficos”; la filosofía llegaría cien años después también en Jonia y nació en la ciudad mas importante, de dicho territorio, en Mileto.

Mileto fue fundada en el S. IX por una colonia de Corinto. Ya hacia el siglo VII a.C. Mileto era la ciudad mas poderosa y desarrollada de toda Jonia, era una ciudad portuaria; y sus barcos eran negociando productos de Oriente y Occidente. El padre de Tales era dueño de barcos y por eso Tales pertenecía a una familia pudiente, y por ello tenía un contacto con todo el mundo conocido por entonces (Egipto, Siria, Persia, etc.). Las ciudades jonias van a perder su tranquilidad por la conquista de los Persas, y a Tales le toco vivir este suceso. Tales de Mileto fue considerado un de los 7 sabios antiguos de Grecia y abarcó y profundizó todos los saberes posibles (astronomía, matemática, geometría, navegación, medicina, biología, sacerdocio y  abogacía).

Filosofía de Tales de Mileto

Tales dijo que el principio de todas las cosas era como el agua. Es decir, que el arjé lo compara con el agua. Para explicarlo, todas las características físicas que tiene el agua equivaldrán a las características metafísicas del principio. Veamos.

- El agua es transparente, el principio también es transparente.
- El agua es penetrante, el principio también es penetrante, porque penetra a todas las cosas.
- El agua es pura, el principio o arjé, es también lo más puro de todas las cosas.
- El agua está en todas partes, el principio también esta en todas partes.

Sistema filosófico de Tales

Tiene principio, modos y estructura del mundo. El principio es como el del agua; los modos son como el agua metafísica, la cual ¿Cómo se transforma en seres físicos? Así: evaporación, licuefacción y solidificación. De la Evaporación tenemos el fuego (que es del mundo físico), el éter, el gas, la nube, el vapor. Luego el vapor se convierte en agua, gelatina, barro, arena, tierra, piedras, rocas, diamante, etc.

Teoría del alma

Tales decía: “el mundo está lleno de dioses” es decir, que el mundo está lleno de daimones (fuerzas), es una fuerza del mundo natural que refleja la vida de las cosas; o sea, que el mundo está lleno de vida, esto es porque como todas las cosas son Dios (panteísmo), entonces por eso mismo todo tiene vida y a lo que le da la vida a las cosas se le llama alma y todos los seres del mundo tienen almas.

Tales se refieren a un Dios que es todas las cosas, y como Dios es todas las cosas, todo tiene vida. 

B. ANAXÍMENES DE MILETO

Nace en el año 570 y muere en el 500 a.C., filósofo griego de la naturaleza, el último miembro de la escuela jónica. Posiblemente discípulo de Anaximandro y es posible que también haya escrito el Tratado de la Naturaleza y escrito dos cartas a Pitágoras.
Anaxímenes reconoce como principio una materia determinada,  que es el aire, pues dice que tiene todos los atributos y características del aire. Asimismo afirmaba que el aire es el elemento primario al que todas las demás cosas pueden ser reducidas. Para explicar cómo los objetos sólidos se forman a partir del aire, introdujo las nociones de condensación y rarefacción. Estos procesos, afirmaba, transforman el aire, en sí mismo invisible, en entidades visibles -como el agua, el fuego y las materias sólidas-. Pensaba que el aire se calienta y se vuelve fuego cuando se rarifica y que se enfría y se vuelve sólido al condensarse.

Características y atributos de este Principio

- El aire es penetrante y está en todos lados, así mismo el principio llega a todos lados.
- El principio es tan ligero como el aire
- Es transparente como el aire.
- No se puede determinar como el aire.

Concibe el mundo como un animal viviente, dotado de respiración, dentro del neuma infinito que lo envuelve todo. De aquí proviene probablemente su concepto de que el aire (hálito, aliento, soplo, vapor) es el principio de todas las cosas. “Así como nuestra alma, siendo aire, nos mantiene unidos, así también el aliento y el aire circundan todo el cosmos”.

Para él, hombre está la presencia más pura e intensa del principio, ya que  en el aire que inhalamos y exhalamos mediante los pulmones, en ese aire que es un elemento físico se ha manifestado el principio, es decir que los pulmones son el órgano, que en el hombre hace las veces de los modos, por eso cuando el hombre esta vivo, el principio está en su forma más perfecta, el aire del organismo esta caliente, cuando muere el aire se enfría.

C. EMPÉDOCLES DE AGRIGENTO

Nació alrededor del 500 a.C. La leyenda cuenta que se arrojó al cráter del volcán Etna, pero se sabe que la mayor parte de las noticias sobre su vida son producto de la febril imaginación de escritores posteriores. Además de filósofo investigador de la naturaleza, de teólogo y poeta, Empédocles fue un activo político demócrata. Es el presocrático del que se conservan más fragmentos, entre los que cabe destacar secciones de dos poemas didácticos titulados Sobre la naturaleza y Purificaciones.

Las dos obras de Empédocles parecen estar en contradicción. En Purificaciones, el filósofo habla de un ciclo de encarnaciones que deben cumplir las almas para liberarse de su culpa original. En Sobre la naturaleza, defiende una filosofía materialista en la que el alma no parece tener cabida. Pero no necesariamente tiene que haber contradicción. El hecho de que en el poema Sobre la naturaleza no hable del alma, no implica que la niegue. Además, el alma de la que habla Empédocles siempre está encarnada, sólo que ansía un cuerpo mejor.
Empédocles pensaba que el universo estaba conformado por cuatro raíces indestructibles e irreductibles: el agua, el aire, la tierra y el fuego.

Estos elementos se mezclan gracias al amor y se separan debido al odio. La mezcla crea nuevas cosas a partir de la destrucción de otras previas, a la vez que la separación destruye cosas viejas creando, inevitablemente, otras nuevas.

De este modo, para Empédocles la realidad es el resultado de la combinación de esos cuatro elementos originarios: la realidad que nosotros captamos es el resultado de la mezcla de dichos elementos. Propiamente hablando no hay generación; lo que llamamos "generación" es propiamente "agregación", "mezcla" de elementos. Y lo que llamamos corrupción no supone la destrucción del ser, sino solamente su "separación", "disgregación". Esa mezcla y separación de los elementos originarios tiene lugar por las fuerzas del Amor y del Odio. En la realidad está sometida a un ciclo en el que predominan alternativamente cada una de esas dos fuerzas, de tal modo que el predominio de una supone la disminución de la otra y viceversa. Dichas fuerzas son concebidas por Empédocles, por supuesto, como fuerzas físicas y materiales. Por efecto del Amor se reúnen las partículas de los cuatro elementos, y por efecto del Odio se separan las partículas provocando la extinción de los objetos.

El mundo tal como nosotros lo conocemos está a medio camino entre la realidad primitiva, fase en la que predomina el Amor, a y la fase de total separación de los elementos en la que predomina el Odio.
Estos elementos nunca cesan su continuo cambio. En ocasiones se unen bajo la influencia del Amor y de este modo todo deviene lo Uno. Otras veces se disgregan por la fuerza hostil del Odio y tienen una vida inestable.
Este mismo combate de fuerzas se ve claramente en la masa de los miembros de los mortales. A veces por efecto del Amor todos los miembros que el cuerpo posee se reúnen en unidad en la cima de la vida floreciente Pero otras veces, separados por el Odio cruel vagan por su lado a través de los escollos del mar de la existencia. (Fr. 17 y 20) 

Respecto a sus enseñanzas religiosas podríamos relacionarlas directamente con el orfismo y con el pitagorismo; en su libro de las Purificaciones encontramos algunos fragmentos en esta dirección, centrados en buena medida en la doctrina de la transmigración de las almas que, por lo demás, no se compagina fácilmente con las afirmaciones de su teoría física, en cuanto la disgregación de los elementos supone necesariamente la desaparición del objeto y, por lo tanto, la muerte difícilmente podrá dar paso a la inmortalidad de un alma que es concebida como una materia muy sutil, pero como materia, al fin y al cabo.


EL NACIMIENTO DE LA FILOSOFÍA: LOS PRESOCRÁTICOS

Para entender la denominación presocrática haremos de la Filosofía Antigua.
Filosofía Antigua: la filosofía se divide en tres grandes periodos: 1º, 2º, 3º; de los 3 el 2º es la filosofía socrática.

La filosofía socrática comprende de los siglos V y IV a.C.; se llama socrática porque influenciada no por el pensamiento, sino por la personalidad de Sócrates de Atenas.

Sócrates era griego nació en Atenas hacia el año 479 y murió en el año 399 a.C. tuvo una influencia muy grande en la filosofía y parte cultural de Grecia y el occidente entero.

La filosofía anterior a Sócrates que es la 1º etapa se llama Filosofía Presocrática. La filosofía presocrática estudia a todos aquellos filósofos griegos que vivieron antes de Sócrates. Es decir que abarcamos los siglos VII, VI y V a.C.
La filosofía que siguió a Sócrates se puede llamar Postsocrática y comprende des el siglo IV a.C. al V d.C. Hay otras denominaciones que se le da a la filosofía presocrática tales como: preclásica, arcaica, primitiva o cosmología. 

Las otras denominaciones de la filosofía  socrática son: Clásica (queriendo denotar el periodo más importante de la filosofía antigua), edad de oro, filosofía ática (queriendo el estado griego (Ática) cuya capital es Atenas). Y se llama así porque allí vivieron y enseñaban los 3 grandes de la época dorada de la filosofía Sócrates, Platón y Aristóteles.
 Los otros nombre que recibe la filosofía Postsocrática son: filosofía helenística (porque la palabra helenística viene del helen helen que significa Grecia) ésta se desarrollo después de la muerte de Alejandro Magno en el mundo antiguo en 323 a.C.

El filosofo mas importante de la filosofía helenística se llamo Plotino. Fue un filosofo nacido en Egipto en Nicópolis pero su cultura es griega; es el padre neoplatonismo, vivió toda su vida en Roma y ahí instituyo su  escuela.

ESQUEMA GENERAL DE LA FILOSOFÍA PRESOCRÁTICA:

Los filósofos presocráticos los vamos a dividir de la siguiente forma:

1.    Físicos o Naturalistas: llamados así porque usaron elementos físicos o naturales para explicar su fundamentación filosófica, es decir, que estos filósofos se valieron de elementos físicos a manera de recursos pedagógicos para expresar su filosofía y pertenecen:

a.    Tales de Mileto: utilizo el agua como recurso pedagógico.
b.    Anaxímenes de Mileto: se valió del aire como recurso pedagógico.
c.    Empédocles de Agrimento: se valió de los cuatro elementos (aire, tierra, agua y fuego) como recurso pedagógico.
d.    Demócrito de Abdera: se valió de los llamados átomos atomos y se valió del vacío como recursos pedagógicos. 

2.    Metafísicos: se llaman así, porque no gustan de usar recursos pedagógicos para explicar su filosofía sino que acuden a explicaciones racionales de tipo metafísico (más allá de lo físico). Y pertenecen a este grupo:

a.    Heráclito de Éfeso: Explico su filosofía desde el logos  (logos) o razón.
b.    Parménides de Elea: Explico su filosofía desde el ser, el ente (ontos).
c.    Anaximándro de Mileto: explico su filosofía a partir de los apeirón (apeiron).

3.    Teólogos: se llaman así porque fundamentaron todo su pensamiento en explicar racionalmente la esencia y existencia de Dios (teos) y el mas sobresaliente por no decir casi el único filosofo en tratar este apartado fue Jenófanes de Colofón. Es decir que él explica su filosofía por Dios.

4.    Matemáticos: se llaman así porque explican su filosofía a partir de la matemática, de hecho filosofar para Pitágoras de Samos es hacer matemática, es decir que para Pitágoras toda la filosofía se explica a partir de los números.

5.    Mixtos: su sistema es tanto físico como metafísico. Y entre ellos tenemos a:
a.    Anáxagoras de Clazomenas: tiene un sistema mixto en donde la parte física se llama homeomerias (partículas materiales diminutas de todas las cosas); y la parte metafísica se llama el nous (nous) (que es el entendimiento o la inteligencia universal).

La historia de la filosofía antigua puede ser dividida entre los filósofos que buscaron una explicación del mundo en términos físicos y los que subrayaron la importancia de las formas inmateriales o ideas. Sus primeros exponentes, denominados en conjunto presocráticos, se ubican en las colonias griegas de Asia Menor y a la Magna Grecia.

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ORIGEN Y FINALIDAD DE LA FILOSOFÍA

El ser humano comienza a filosofar cuando pierde las certezas que tenía de todo lo que hay a su alrededor y no tiene en dónde apoyarse para no caer. Esto es así porque la filosofía pretende ser un saber sin supuestos, es decir, que no parte de nada anterior a sí mismo.
Todos los otros conocimientos del hombre parten de un conjunto de supuestos que no se discuten. La filosofía, en cambio, pretender ser autónoma, no depender de nada. Por lo tanto las inquietudes que ella se plantea, y que trata de responder, son las más fundamentales para el hombre, por ejemplo: ¿qué soy yo? o ¿Qué es el mundo?

De dónde viene la filosofía
El origen de la filosofía ha sido una cuestión controvertida a lo largo de la historia del pensamiento. Por lo general se  ha considerado que la filosofía nace con los griegos, pero no se consideraba necesario explicar cómo se había producido el surgimiento de esa nueva forma de pensamiento. Fue a partir de la polémica que suscitaron los filósofos alejandrinos durante el período helenístico cuando el origen de la filosofía comenzó a convertirse en un problema. Finalmente, fue a lo largo del siglo XX cuando se comenzaron a encontrar respuestas explicativas de la aparición del fenómeno filosófico, de estas podemos destacar dos teorías: una que defiende el origen oriental de la filosofía y otra que aboga por el origen griego de la filosofía. 

Elementos orientales en la filosofía griega.
Los defensores de esta hipótesis sostienen que los griegos habrían tomando algunos elementos del la reflexión oriental, por lo que la filosofía no podría considerarse como una creación original del pueblo griego. Unos de los elementos a tener en cuenta es la posición de Grecia respecto de oriente, su lugar costero en el mar Mediterráneo la hacia un paso obligado para las rutas comerciales de aquellos que querían viajar de Asia a Europa y viceversa. Así mismo, algunos de los primeros filósofos, sostiene esta hipótesis, habrían viajado a Egipto y Babilonia en donde habrían adquirido conocimientos matemáticos y astronómicos, que luego habrían sido llevados a Grecia; pero que en contacto con la civilización griega habrían alcanzado un desarrollo superior al logrado en sus lugares de origen. 

La semilla del pueblo griego: del mito al logos
Según esta hipótesis la filosofía sería el resultado de la evolución de las formas primitivas del pensamiento mítico de la Grecia del siglo VII a.C. De esta forma existe una continuidad real entre la primera especulación racional y las representaciones religiosas que entrañaba de tal modo que las maneras de pensar que, en filosofía, logran definiciones claras y afirmaciones explícitas ya estaban implícitas en las irracionales intuiciones de lo mitológico.
De este modo se pueden estudiar elementos importantes derivados del contexto sociocultural de los griegos, así como lo político y lo económico de la época para explicar cómo este paso del mito a la racionalidad fue posible, y por qué se produjo en Grecia en lugar de en otra civilización de la época. La inexistencia de una casta sacerdotal, la figura del sabio, el predominio de la ciudad, la transmisión pública del saber, la libertad individual y el desarrollo de la escritura, hacen posible la puesta en entredicho de las explicaciones cosmológicas y su sustitución por una forma de pensamiento que no entrañe la creencia y la superstición propias de los pensamientos mítico y religioso.

El nacimiento de la filosofía: los presocráticos
La palabra filosofía sólo comenzó a ser utilizada de manera regular en un sentido parecido al actual alrededor del siglo V a.C. en la ciudad griega de Atenas. El primero que propuso en un texto una definición precisa de la filosofía, como actividad distinta de las demás, fue el ateniense Platón, quien atribuyó esa definición a su maestro Sócrates. Por tanto, es a partir de Sócrates, Platón y Aristóteles —discípulo de éste último— que los griegos empezaron a hablar con propiedad de filósofos, de escuelas de filosofía y de textos filosóficos. 
Sin embargo, se acepta que la actividad filosófica comenzó hacia el siglo VIII a.C., así no tuviese aún ese nombre. Por esta razón, muchos pensadores griegos que vivieron antes de Sócrates, o que fueron sus contemporáneos, los llamados presocráticos, también reciben el nombre de “filósofos”.
Varias condiciones particulares de la civilización griega hicieron posible el nacimiento de la filosofía occidental. Veamos.

La religión griega
En el pensamiento religioso griego encontramos un intento por explicar el mundo natural y el mundo social a partir de narraciones legendarias, o mitos, en las que participan los dioses y los hombres. En Grecia crecieron dos tradiciones religiosas:
• La tradición olímpica: fue la más ampliamente aceptada. Se trataba de una religión politeísta de dioses con forma humana, que tenían poderes especiales y se distinguían de los hombres por ser inmortales. Textos representativos de esta tradición son los poemas épicos de carácter narrativo, La Ilíada y La Odisea, originados en una larga tradición oral y más tarde puestos por escrito por Homero. La Ilíada y La Odisea contienen historias sobre el pasado de los griegos, descripciones de su modo de vida y de sus relaciones con los dioses. Pero, sobre todo, proponen modelos de conducta moral: fueron durante mucho tiempo utilizados para educar a los jóvenes, una de las preocupaciones centrales de los griegos.
En los relatos épicos el protagonismo recae en la figura del héroe: seres humanos o semidioses, virtuosos por naturaleza, abocados a cumplir con su destino. El epos, o poesía épica, constituyó durante mucho tiempo la “enciclopedia” cultural de los griegos.
Otros textos representativos de la tradición olímpica son los escritos del poeta
Hesíodo. En ellos encontramos un intento por explicar el origen de los dioses, de la sociedad y del orden del universo, mediante mitos en los que la búsqueda de la verdad y el deseo de encontrar las causas de todo lo existente ya está presente.
• La tradición órfica: se llama así en remembranza a unos himnos atribuidos al poeta legendario Orfeo. En ellos se advierte sobre el origen convulso del hombre, en parte divino e incorruptible y en parte natural, corruptible y negativo. El orfismo creía en la reencarnación como el proceso mediante el cual el hombre podía paulatinamente liberarse de su cuerpo, en el que estaba encarcelado.
En el culto a Dionisos, que practicaban los órficos, se originó la tragedia griega, en parte representación teatral y en parte rito religioso. El héroe de las tragedias debe decidir entre aceptar su destino o violentarlo, pero cuando lo violenta transgrede el orden divino del mundo, debiendo morir para poder expiar su culpa. Tanto en los himnos órficos como en las tragedias escritas posteriormente encontramos ideas profundas sobre la condición humana y sobre la moral.

La lengua
Aunque entre los siglos XIII y IX a.C. los griegos desarrollaron una cultura oral, al haber abandonado por razones desconocidas un sistema de escritura muy antiguo, uno de sus logros más significativos fue el diseño de una escritura fonética a partir de la escritura silábica que heredaron de los fenicios. La escritura fonética les enseñó a abstraer. Pero también la estructura misma de su lengua lo permitió: en ella se pueden formar con facilidad conceptos abstractos.

La organización política.
Al vivir en ciudades independientes llamadas polis, de donde proviene la palabra “política”, los griegos pudieron explorar y experimentar diversos modos de organización de la sociedad. Fueron los creadores de la democracia, un sistema de gobierno basado en criterios abstractos y racionales, que obligaba a los ciudadanos a argumentar para obtener poder. Sin la libertad de pensamiento y sin los debates con argumentos que se llevaban a cabo en la plaza pública o ágora, para tomar decisiones importantes sobre el gobierno de la ciudad, difícilmente se podría explicar el origen de una actividad filosófica tan variada.

La estructura del mito hesiódico
(En la "Teogonía") sirve de modelo según Vernant a toda la física Jonia, siguiendo a Cornford. En este mito, en efecto, la realidad se genera a partir de un estado inicial de indistinción, por segregación de parejas de contrarios que interactúan hasta acabar configurando toda la realidad conocida. Existen pues tres momentos fundamentales en el discurrir de la narración: 
1) Se parte de un estado de indistinción del elemento originario. 
2) De él brotan, por segregación, parejas de contrarios. 
3) Conforme a un ciclo siempre renovado se produce una continua interacción de contrarios. 
Ahora bien, esta misma estructura la encontramos en las explicaciones de los primeros filósofos jonios, pero en ellos ha tomado ya la forma de un problema: en la filosofía el mito esta racionalizado. El mito es animista, mágico, recurre a lo invisible como fundamento de lo visible, acepta lo sobrenatural y lo extraordinario. La cosmología de los primeros filósofos modifica su lenguaje y cambia de contenido: en lugar de narrar los acontecimientos sucesivos, define los primeros principios constitutivos del ser; en lugar de presentarnos una lucha de dioses nos ofrece un intercambio mecánico de procesos o fenómenos naturales. ¿Cuáles son las condiciones bajo las que se produce este cambio? 
Para Vernant, el nacimiento de la filosofía es explicable aduciendo causas históricas y sociales. La inexistencia de una casta sacerdotal en Grecia, dadas las características especiales de la religión griega, elimina la posibilidad de instaurar un dogma religioso, así como la posibilidad de hacer de lo religioso un discurso cerrado, accesible sólo a los que pertenecen a la casta sacerdotal; no hay, pues, secretos que ocultar. El sabio, que es a la vez adivino, poeta, profeta, músico, médico, purificador, curandero, pero distinto del sacerdote o chamán de las religiones orientales, y que tiene el poder de ver y hacer ver lo invisible, divulga sus conocimientos: la enseñanza se opone aquí a la iniciación esotérica en una doctrina. Los conocimientos se divulgan, desembarazándose así de la figura del mago. La expansión de la ciudad, correlativamente al auge económico derivado del comercio fundamentalmente, supone el advenimiento del ciudadano, circunstancia paralela al nacimiento y desarrollo de la filosofía. La importancia del linaje deja paso a la prioridad de la polis, de la comunidad, lo que suele ir acompañado de una organización política que reclama la publicidad. El saber es trasladado a la plaza, en plena ágora, siendo objeto de un debate público donde la argumentación dialéctica terminará por predominar sobre la iluminación sobrenatural.
La filosofía, pues, si bien enraizada en el mito, parece ser una creación original del pueblo griego. Su rechazo de lo sobrenatural, de lo mágico, de la ambivalencia, son signos de una racionalidad que difícilmente podemos encontrar en otras formas de pensamiento anterior.
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MODELOS GRIEGOS DE EXPLICACIÓN DE LA NATURALEZA 
La idea de naturaleza está relacionada con las de origen, sustrato y causa. Muchos filósofos han creído posible encontrar una sola sustancia que realice todas estas funciones. 

1. Tales de Mileto (-624-546, aprox.): Viajero inquieto y curioso, fue matemático, astrónomo y político, con fama de "sabio distraído". Aristóteles lo consideró el primero de los físicos. De su pensamiento filosófico, apenas sabemos nada: 
• Creía que la tierra descansaba sobre agua, que el agua es el principio único de todas las cosas y que todas las cosas están «llenas de dioses». Desconocemos si quería decir que todas las cosas son -o se componen de- agua o, simplemente, que la tierra procede de ella, puesto que sobre ella flota. 
• Muy probablemente Tales recogió estas ideas de la cosmología egipcia y babilónica, además de sus observaciones personales (vivía en Mileto, importante puerto de mar, y el agua es imprescindible para la vida). Cuando afirma que «todas las cosas están llenas de dioses», probablemente se refería a que toda la naturaleza, compuesta básicamente de agua, tiene vida y movimiento propios; en ella, todo está vivo y animado (hilozoísmo). 
"Aunque la propuesta de Tales pueda parecer "rudimentaria", dio un paso fundamental. Comenzó a creer en algo natural, el agua, como clave de todo. En tanto que matemático y astrónomo, rechazaba las explicaciones míticas y alegóricas. La formulación de hipótesis físicas para explicar el universo le convirtió en la excepción entre los griegos de su tiempo." [F. Nietzsche, La filosofía en la época trágica de los griegos. Obras Completas, Madrid, Aguilar, 1932: 329-330]
2. Anaximandro de Mileto (-610-545, aprox.): Seguramente discípulo de Tales, fue el primero en escribir un libro «sobre la naturaleza» (peri fuseos) y emprendió incluso expediciones de investigación (a Apolonia, junto al mas Negro, p.ej.), ideó métodos para determinar la distancia y tamaño de las estrellas y afirmó que la tierra es esférica y ocupa el centro del mundo. 
• Ninguna sustancia concreta de las que existen en el universo podría ser el principio [_??? -fue el primero, parece, que utilizó el término] de todo, pues todas proceden de él; por tanto, debe ser algo indefinido/indeterminado (ápeiron [apeiron]. El ápeiron es «inmortal e indestructible», «eterno y no envejece» (le atribuye caracteres propios de los dioses de la mitología griega). 
«El principio (arch) de todas las cosas es el ápeiron. Ahora bien, a partir de donde hay generación para las cosas, allí también se produce la destrucción, según la necesidad; en efecto, pagan las culpas unas a otras y la reparación de la injusticia según el orden del tiempo» (Fr. I).
• La destrucción de unos seres engendra otros, y este es un proceso necesario, regular e inevitable en el cosmos. Hay una especie de ritmo cíclico en el universo, dentro del cual todo sale de y todo vuelve al ápeiron. Anaximandro sugiere la posibilidad de innumerables mundos sucesivos, que aparecen y desaparecen dentro de un mismo marco temporal. 
• Entiende el orden existente en el universo como un orden jurídico y moral («pagar culpas», «reparar», «injusticia»). Algunos entendieron aquí que existir es separarse del magma inicial y vivir supone usurpar el futuro, una injusticia que ha de ser pagada con la muerte (= budismo). Probablemente sea más acertado pensar que del ápeiron comienzan a separarse sustancias opuestas entre sí; cuando una prevalece sobre otra, se produce una reacción que restablece el equilibrio (ej.: la alternancia de estaciones frías/húmedas y cálidas/secas). 
• Anaximandro ya incluye una cosmología que narra la formación del cosmos (y del hombre) sin recurrir a representaciones míticas. Por rotación se separan en el ápeiron lo frío y lo caliente. Lo frío/húmedo ocupa el centro, y a su alrededor gira una masa de fuego. Por el calor se evapora una parte del agua y surge la tierra seca; se forma el cielo como una cortina de vapor, por cuyos orificios podemos ver el fuego exterior, las estrellas. Los primeros animales surgieron del agua o del barro calentado por el sol, y del agua pasaron a la tierra. Los hombres descienden de los peces; probablemente los primeros se criaron dentro de alguno y, ya adultos, fueron arrojados a la tierra. 

3. Anaxímenes de Mileto (-585-524): 
• Discípulo de Anaximandro, pensaba que todo tenían un principio único e infinito, pero no indeterminado, sino concreto: era el aire, del que todos los seres derivan por rarefacción (convierte el aire en fuego) o condensación (transforma el aire primero en viento, después en nube y, finalmente, en agua, que sobre la tierra puede convertirse en piedra). 
• Concibe el mundo como algo vivo: "Lo mismo que nuestra alma, que es aire, nos sostiene, igualmente el aire envuelve al mundo entero". 

4. Pitágoras y los pitagóricos: Respecto a Pitágoras cuesta averiguar qué fue leyenda y qué realidad. Nació en Jonia (en la isla de Samos) hacia el 572 a.C. Conoció probablemente a Anaximandro de Mileto. Fue un gran viajero, y se supone que conoció Egipto, Babilonia (y allí a Zoroastro, fundador de la religión dualista persa) y la India. Abandonó Samos cuando bajo la tiranía de Polícrates, se trasladó a Italia y estableció en Crotona. Allí fundó una secta filosófico-religiosa: hombres, mujeres y niños vivían en comunidad de bienes, manteniendo una disciplina y ascesis rigurosa y guardando en secreto las doctrinas que aprendían. Fue enormemente célebre e influyente. Se le llegaron a atribuir incluso milagros. Pero la secta, con enorme poder e influencia en la ciudad, despertó envidias y recelos, hasta que una revolución popular les expulsó. Se refugió Pitágoras en Metaponto, donde poco después murió. Pero la secta volvió a ganar adeptos y consiguió hacerse muy fuerte entre las ciudades de la Magna Grecia, hasta que otro movimiento popular la mermó. Cuesta mucho averiguar qué doctrinas eran del fundador y cuáles de sus discípulos, porque todas se las atribuían a él. Discípulos célebres: Alcmeón (s. VI-V), Filolao (s. V) y Eurito (s. V), todos de Crotona. 
• El pitagorismo tiene un contenido místico-religioso: sostiene la doctrina de la transmigración de las almas (» orfismo) y el parentesco entre todos los seres vivos. Creían también en un eterno retorno de los mismos acontecimientos en ciclos cerrados. Sus normas de abstinencia eran rígidas, así como sus rituales y costumbres morales. 
• Naturaleza y matemáticas: Fueron sobre todo matemáticos, y recurrieron a sus conocimientos matemáticos para elaborar su teorías sobre la naturaleza (origen, sustrato, causa) de lo real. Observaron que muchas propiedades y comportamientos de los objetos pueden ser formulados matemáticamente, y supusieron que todos los seres del universo son formulables matemáticamente [De esta intuición se nutre la ciencia actual]. Diversas experiencias les convencieron de que los números son los principios de todas las cosas (p.ej.: los intervalos entre las notas musicales de la lira pueden expresarse numéricamente). Y entendieron los números espacialmente, confundiendo el punto geométrico con la unidad aritmética. Las cosas se componen de números porque son agregaciones de unidades-puntos. 
• Los seres del universo se acomodan a las previsiones y explicaciones matemáticas porque los principios de las matemáticas son también los principios de los seres reales. Puesto que la esencia de las matemáticas son números, afirmaron que los números constituyen la naturaleza del universo. Intentaron asignar un número a cada cosa e indagaron sobre el origen de los números y nuestro sistema decimal. 
• Para ello, los números proceden de la oposición par-impar, y propusieron explicaciones dualistas de la naturaleza, estableciendo oposiciones entre términos como par-impar, limitado-ilimitado, bueno-malo, luz-oscuridad, recto-curvo, cuadrado-oblongo, etc., como concreciones de esos dos principios fundamentales. El dualismo como rasgo más característico del pitagorismo puede tener origen en los contactos de Pitágoras con Zoroastro. El dualismo no era sino una versión más de la doctrina de los opuestos que hallamos en los filósofos jonios. De ahí que consideren importante la noción de armonía, entendida como la unión de cosas disímiles y diferentes, como la concordancia de cosas discordantes. 
• Su cosmología intenta ser una explicación global del cosmos, aunque oscura y enigmática. Creían que primero existió la Unidad (= lo limitado), rodeada por lo ilimitado. Después, la unidad se escindió en dos: en medio se introduce el vacío de los ilimitado y surgen así el número 2 y la línea. Después se generan el 3 y el triángulo (la figura plana más simple) y el 4 y el tetraedro (el sólido más simple). 
• Describen el mundo como un cosmos en armonía, anticipando en algunos aspectos las doctrinas de Copérnico: el cosmos es una esfera en cuyo centro hay un fuego originario. Después están los cuerpos celestes (Tierra, Luna, Sol, los cinco planetas y el cielo de las estrellas fijas, más la Anti-tierra, para completar el número 10 de los planetas). Todo este conjunto está envuelto por una esfera de fuego. El movimiento de los astros y estrellas produce una música maravillosa que no oímos por estar acostumbrados a ella desde el nacimiento. Música y armonía, traducibles en números, son los principios del universo pitagórico. 

5. Heráclito y Parménides: Naturaleza y logos 
a) Heráclito de Éfeso (544-484 a.C., aprox.): Apenas tenemos noticias sobre su vida. Apodado «el Oscuro» por el carácter enigmático de sus afirmaciones, conoció el pensamiento de los filósofos de Mileto y el de Pitágoras. Su filosofía fue entendida como una contraposición a la de Parménides. 
• El principio del universo es el fuego, eterno y encendiéndose o apagándose según cierto orden y medida: «Este mundo (...) no lo ha creado ningún hombre o dios; siempre fue, es y será fuego eternamente vivo» (Fr. 30). Tanto las cosas individuales como el universo entero salen del fuego y vuelven a él, perecen en fuego, en una especie de conflagración universal, para luego volver a renacer. Apunta así la idea de «ciclo cósmico» (ya sugerida por Anaximandro), una versión del mito griego del Eterno Retorno, que reaparecerá en Platón y los estoicos. Heráclito plantea también la idea de un «juicio universal», en el que el fuego juzgará y condenará todas las cosas (Fr. 66), influido probablemente por la astronomía caldea y babilónica y por las religiones mistéricas. 
• Afirmó radicalmente que todo cambia y nada permanece; el universo es un continuo devenir en el que nada es idéntico consigo mismo porque todo está sometido a continuas transformaciones. El mundo está en flujo permanente, por lo que «no es posible introducirse dos veces en el mismo río, tocar dos veces una sustancia mortal en el mismo estado, dado que por el ímpetu y la velocidad de los cambios se dispersa y vuelve a reunirse, viene y desaparece» (Fr. 91). Esto casi le aboca a una actitud irracional ante lo real. 
• La ley que rige el universo es la «lucha de contrarios», pues en sus extremos los contrarios se funden en una sola cosa (Dios es día-noche, invierno-verano, guerra-paz, hartazgo-hambre. Cambia como el fuego). Esto significa que la realidad tiene una estructura contradictoria. Todas las cosas surgen de la contradicción y la discordia: «La guerra es el padre y rey de todas las cosas» (Fr. 53); «la guerra es común a todas las cosas y la justicia es discordia, y todas sobreviven por la discordia y la necesidad» (Fr. 80). 
• Pero la contradicción engendra armonía: «Lo contrario llega a concordar, y de las discordias surge la más hermosa armonía» (Fr. 8). La armonía que caracteriza al universo no es una armonía estática, sino dinámica: un «equilibrio dinámico de tensiones entre contrarios», una armonía tensa, como en el arco o la lira (Fr. 51), aunque difícil de comprender para los hombres. De este modo anticipó con acierto lo que será conocido después como pensamiento dialéctico. 
• Los cambios -el devenir- no suceden de modo caótico o irracional, sino de acuerdo con ciertas leyes y principios. A todos los cambios del universo subyace un mismo y único principio que los explica. En el universo hay una ley única, una razón oculta, un lógos que todo lo orienta y unifica. Afirma que esa razón universal está también en el hombre, y constituye su propia razón. Por eso el orden de lo real es compatible con el orden de la razón. Tanto la mente humana como la realidad están regidos por las mismas leyes. El problema es que la mayoría de los hombres parecen distraídos y sonámbulos: 
«Aunque el lógos es común, la mayoría vive como si no poseyese inteligencia propia. Aunque escuchan no entienden. A ellos se les aplica el proverbio: "Presentes pero ausentes". El lógos, que es eterno, no lo entienden los hombres al escucharlo por primera vez ni después de que lo han oído. Los que velan tienen un cosmos único y común; lo que duermen retornan al suyo propio y particular» (Fr. 2, 34, 1, 89).
• La filosofía de Heráclito tiene una orientación «trágica», racionalista y aristocrática. El alma humana es una parte del cosmos; tiene naturaleza ígnea ("fogosa") y está en continua modificación, por lo que experimenta en sí misma la tragedia del devenir y la contradicción. La misión del alma es conocer el lógos universal y penetrar en sí misma: «Los límites del alma no podrás hallarlos aunque transites todos los caminos; tan profundo es su lógos» (Fr. 45). El alma se mantiene viva por el conocimiento y gracias a él conserva su máximo carácter ígneo, sobrevive a la muerte y se une definitivamente al fuego cósmico. 
b) Parménides de Elea (540-470 a.C.): En Elea -Italia meridional- se funda otra "escuela" filosófica, aunque reducida. Se atribuye su fundación a Jenófanes de Colofón, un jonio emigrado a Italia, cuyos discípulos habrían sido Parménides y otros. Pero es más probable que fuese Parménides el fundador de la escuela eleática. Parménides participó en la redacción de las leyes de Elea. Muy probablemente su iniciación a la filosofía la hizo entre los grupos pitagóricos, cuyo estilo de vida imitaba, según algunos testimonios. Pero más tarde los abandonó, fundó su propia escuela y desarrolló una filosofía propia, muy valorada por filósofos posteriores como Platón («digno de veneración y tremendo a la vez», le consideraba Platón). 
• Su doctrina la expuso en un Poema compuesto de hexámetros, con referencias críticas a las ideas pitagóricas, a Anaxímenes y parece que también a Heráclito. Se conservan importantes fragmentos del Poema, aunque su interpretación resulta enormemente difícil y aleatoria. El Poema tiene un proemio de resonancias míticas, donde se indica que a continuación viene una «revelación filosófica». Y el contenido se divide en dos partes: (1ª) la vía de la verdad -en la que Parménides expone su filosofía- y (2ª) la vía de la opinión, donde expone una cosmología con muchos elementos pitagóricos que considera engañosa. Sólo interesa la primera parte, algo enigmática: 
«Te diré -escucha con atención mi palabra- 
cuáles son las únicas vías de investigación que podemos pensar; 
una: que se es y que no es posible no ser; 
es el camino de la persuasión (acompaña, en efecto, a la verdad); 
otra: que no se es y que es necesario no ser. 
Te mostraré que este sendero es por completo inescrutable; 
en efecto, no conocerás lo que no es (porque es inaccesible) ni lo mostrarás. 
Pues lo mismo es el pensar y el ser pensado» (Fr. 2-3).
A pesar de su complicación, Parménides probablemente estaba dando a entender algo relativamente sencillo: "lo que es" (el Ser) es y puede pensarse. «Lo que no es» (el no-Ser) ni es ni puede pensarse. 
• De una realidad única no puede surgir lo múltiple. Si sólo existía agua en un principio, ¿cómo es que han surgido muchos más elementos diferentes? El agua ni pudo originarse a partir de otra sustancia diferente ni puede transformarse en otra cosa. Lo que nunca existió, no puede surgir de golpe; y lo que de siempre ha existido no puede ser destruido. El ente -"lo que hay", el Ser, "lo que es"- es inengendrado (ingénito), indestructible, finito, compacto, homogéneo, indivisible, esférico e inmóvil. Es inengendrado e imperecedero porque de lo contrario habría que suponer que procede del no-Ser y vuelve a él; pero el no-Ser es impensable e inexistente. 
• Lo que hay o existe ha de ser una realidad única, individual. Tiene que ser «uno» porque si hubiera otra cosa distinta sería el no-Ser. Inmóvil, porque de moverse se encaminaría hacia el no-Ser. E indivisible, porque entre sus partes existiría el vacío (el no-Ser). 
• Parece que a Parménides sólo le interesan dos conceptos contrapuestos, el Ser y el no-Ser. Tres pudieron ser los objetivos de Parménides al centrar su investigación en tales conceptos: 
1º. Demoler la filosofía de sus predecesores, especialmente de los pitagóricos, mediante la negación del vacío y de la pluralidad. El cambio y el movimiento serían algo ilusorio. Ataca el dualismo pitagórico aceptando sólo una parte de los atributos del Ser en la doctrina pitagórica: limitado, uno, inmóvil. 
2º. Parménides entiende por «Ser» la realidad, el mundo, y lo concibe como algo corpóreo (no distinguía entre objetos materiales e inmateriales). El mundo sería como una esfera compacta, redonda, inmóvil y eterna. 
3º. Por primera vez, plantea el problema filosófico del conocimiento: la dificultad para distinguir entre verdad y apariencia u opinión. La razón -el pensamiento- sería la vía más fiable para obtener conocimiento, mientras que la opinión sería un conocimiento basado en apariencias engañosas. 
® Consecuencias: 
a. Si de la unidad no puede surgir la pluralidad y estamos obligados a aceptar la existencia de una única realidad, el movimiento y la pluralidad son algo incomprensible e inaceptable para la razón humana. 
b. Su insistencia en lo permanente le lleva a eliminar o rechazar el movimiento o cambio de apariencia en las cosas. Pero esto significa eliminar el conocimiento sensible, sobrevalorando la razón abstracta. 
c. Semejante visión monista de la realidad es una exigencia necesaria de la razón, del lógos. Pero Parménides tiene una noción abstracta, formal, del ente o de la realidad: prescinde de todas las características que diferencian a los seres/entes reales. 
[® Zenón de Elea (490-420 a.C.) será uno de los discípulos más célebres de Parménides, sobre todo por sus famosas paradojas relacionadas con el movimiento y la pluralidad (p.ej.: si Aquiles se moviera, nunca podría alcanzar a una tortuga). Meliso de Samos, filósofo y guerrero valeroso también -derrotó a los ateniense en el 440- siguió defendiendo la filosofía de Parménides frente a la escuela pitagórica y Anaxágoras, aunque modificando algunas de sus tesis: el ser sería infinito (Parménides los consideraba finito), porque de ser finito estaría limitado en sus bordes por algo distinto, por el no-Ser o el vacío. Y debería ser incorpóreo, porque de lo contrario sería divisible en partes.] 

6. Naturaleza y mecanicismo (Empédocles, Anaxágoras y Demócrito) 
Los pensadores inmediatamente posteriores a Parménides vieron las consecuencias absurdas a las que podía llevar una interpretación monista de la naturaleza (poner una sola realidad como origen, sustancia y causa) impedía dar cuenta del movimiento, el cambio y la pluralidad de lo existente. Por eso surgieron filosofías pluralistas (Empédocles, Anaxágoras y Demócrito). 
a) Empédocles de Agrigento (495-435 a.C. aprox.): Nació en Agrigento, una bella ciudad de Sicilia, donde debió conocer el pitagorismo, la doctrina de Heráclito y la de Parménides. Lo consideraban mago y profeta. Fue un médico famoso e intervino activamente en favor de la democracia. Su muerte está rodeada de leyenda: según algunos discípulos suyos, fue arrebatado al cielo y convertido en dios; otra leyenda asegura que se arrojó al Etna para purificarse por el fuego y penetrar en el seno de la Tierra. Escribió dos poemas: Sobre la naturaleza y Purificaciones. 
• Coincide con Parménides en describir la realidad como una esfera, y lo hace en estos términos: «Igual a sí misma por todas partes y sin fin, fija en el fuerte refugio de la Armonía, está la Esfera redonda que se goza en su soledad circular. No hay discordias ni luchas indecentes entre sus miembros. Es igual a sí misma en todas direcciones y sin fin; es una Esfera perfecta, en magnífica y circular soledad y llena de alegre orgullo» (Fr. 27-28). 
• Dicha esfera equivale al Ser de Parménides. Pero Empédocles sostiene que en el mundo hay movimiento y pluralidad de seres, porque, en su interior, la esfera contiene cuatro elementos mezclados que son las raíces de todas las cosas: fuego, aire, tierra y agua. Parece como si Empédocles hubiese recogido los principios aportados por cada filósofo anterior: de Tales, el agua; de Anaxímenes, el aire; de Heráclito, el fuego; y él añade la tierra. Cada uno de esos elementos es eterno e imperecedero, pero al mezclarse entre sí originan la enorme diversidad de seres que conocemos. 
• Los cambios y alteraciones que se producen no son más que combinaciones de los elementos primitivos, debido a dos fuerzas cósmicas: al Amor y el Odio. Tales fuerzas rigen también el comportamiento del ser humano, por lo que Empédocles tiene una visión "trágica" de la existencia: 
«Estos elementos nunca cesan de estar en movimiento. En ocasiones se unen bajo la influencia del Amor, y de este modo todo deviene lo Uno; otras veces se disgregan por la fuerza hostil del Odio [...] y tienen una vida inestable. [...]
Este mismo combate de dos fuerzas se ve claramente en la masa de los miembros de los mortales. A veces, por efecto del Amor, todos los miembros que el cuerpo posee se unifican, cuando la vida está en su fase floreciente. Pero otras veces, separados por el Odio cruel, vagan por su lado a través de los escollos del mar de la existencia» (Fr. 17 y 20). 
• A partir de estas dos fuerzas, que crean procesos de unión y separación, Empédocles desarrolla una teoría de los ciclos del mundo, del Eterno Retorno. Primero reina el Amor en soledad, y la Esfera es algo único, eterno, inmóvil y homogéneo (= el Ser de Parménides), donde los cuatro elementos están mezclados. Por la acción del Odio se produce la separación, que no suele ser completa: la acción conjunta del Odio y el Amor origina el cosmos y todos los seres que contiene. Cuando triunfa el Odio, los elementos se separan completamente, y cada cosa se une con su semejante: en el centro, la tierra; en esferas concéntricas, el aire, el agua y el fuego. Finalmente, el Amor vuelve a mezclarlos a todos de nuevo y se vuelve a la Esfera, iniciándose un nuevo ciclo. 
• Elabora una antropología y una teoría de la salud en el hombre que tendrá gran repercusión en la medicina griega posterior. Considera al ser humano un «microcosmos» o mundo en miniatura -puesto que contiene los cuatro elementos- y explica los procesos de conocimiento por simpatía: "lo semejante conoce a lo semejante". Las cosas producen emanaciones que penetran por los poros de la piel hasta encontrar algo semejante a ellas en nosotros («comprendemos el amor por el amor y el odio por el odio» [Fr. 109]). En el poema Purificaciones intenta revelar el destino eterno del ser humano: habla de la preexistencia del alma, de su situación en el cuerpo, de las transmigración a otros cuerpos y del camino de salvación mediante la purificación. 

b) Anaxágoras de Clazomene (500-428 a.C. aprox.): Nació en Clazomene, Jonia, y vivió los primeros años de la dominación persa. Después marchó a Atenas, y fue uno de los primeros filósofos que se establecieron allí. Tuvo la amistad de Pericles, que se convirtió en uno de sus discípulos. Hasta el propio Sócrates escuchó sus lecciones, aunque algunas le decepcionaron. Tuvo que abandonar Atenas forzado por los enemigos de Pericles, y volvió a Lámpsaco (Jonia), donde murió. Sólo le preocupó el pensamiento y la teoría, y vivió ajeno a cualquier tipo de actividad política. Como meta en su vida, no tuvo otra que «vivir para contemplar el sol, la luna y el cielo». Lo mismo que Empédocles, parte de los planteamientos de Parménides, aunque sostiene tesis opuestas al monismo e inmovilismo del segundo. 
• Admite la pluralidad y el movimiento, los cambios y transformaciones en la naturaleza. Sostiene que todo existe desde siempre y nada nuevo puede originarse, aunque sí combinaciones diferentes de los elementos iniciales. 
• Las partículas actuales proceden de una masa original especialmente compacta y maciza, sin intersticios ni separación alguna. 
• Todo lo que se produce y sucede es resultado de la mezcla de innumerables elementos: «Nada viene a la existencia ni es destruido, sino que todo es resultado de la mezcla y la división» (Fr. 17). Queda así explicada la pluralidad. 
• Llama a los elementos o «principios» iniciales "semillas" (sp??µata, spérmata), que son cualitativamente distintas y divisibles hasta el infinito. En cada cosa hay semillas de todas las demás y "todo participa de todo": de todas las sustancias que conocemos existen desde siempre partículas diminutas, acumuladas las de una misma clase en cada objeto natural -homeomerías en el caso del hombre-; pero en cada objeto están presentes partículas de todos los demás. Un objeto determinado puede pasar fácilmente a ser otro distinto, si llegan a predominar las semillas del segundo: en el plomo predominan las partículas de plomo, pero están presentes también las de todos los demás objetos del universo, aunque sea en cantidades mínimas. 
• Explica la pluralidad de objetos e individuos en el universo y los cambios -generación de nuevos seres, corrupción y destrucción, transformación- por la mezcla o disgregación de las semillas. El universo se originó mediante un remolino o torbellino que proporcionó el movimiento inicial y las primeras fuerzas de carácter mecánico (sólo identificó el aire, el éter y otros elementos como causas). Su sistema, por tanto, se sitúa entre una concepción finalista y otra mecanicista. 
• Como Parménides había hablado de una Esfera inmóvil, Anaxágoras postuló un «principio de movimiento» que diera el impulso inicial a la Esfera: le llamó «Noûs» (Entendimiento, Inteligencia, Espíritu), la causa que imprimió a toda esa masa inerte un movimiento en forma de remolino. El Noûs es algo separado, distinto, de la masa de semillas; nada lo limita y es completamente autónomo; lo conoce todo y tiene el máximo poder. Es la cosa más sutil y pura de todas. 
«El Espíritu gobierna todas las cosas que tienen vida, tanto las más grandes como las más pequeñas. El Espíritu gobernó también toda la rotación, de tal manera que comenzó a girar en el comienzo. [...] Esta rotación hizo separarse las cosas. Lo denso se separa de lo raro, lo cálido de lo frío, lo brillante de lo tenebroso y lo seco de lo húmedo. Hay muchas porciones de muchas cosas, pero ninguna está separada ni dividida completamente de la otra, salvo el Espíritu» (Fr. 12).
• Fue le primero en exponer la idea de dios como principio rector del universo. Aportó elementos para una concepción del universo como resultado de una inteligencia que actúa conforme a fines, y por eso el resultado de todos los procesos naturales es siempre la obtención de la máxima perfección, belleza y armonía. A Platón y Aristóteles les entusiasmó mucho la idea de una «Inteligencia universal», pero les decepcionó el que Anaxágoras limitara su actividad a poner en marcha la Esfera, imprimiéndole un movimiento rotatorio, sin hacerle intervenir después para nada, puesto que ya son fuerzas de carácter mecánico las que explicarán todos los procesos físicos. 

b) Demócrito de Abdera (aprox. 460-370): Nació y vivió en Abdera. Poco sabemos de su vida, dedicada fundamentalmente al estudio y la reflexión. Su maestro fue Leucipo, oriundo -parece- de Mileto, de cuya existencia algunos dudan, pero que otros consideran discípulo de Parménides y Zenón. Cuesta discernir los elementos aportados por Demócrito y las ideas atribuibles a Leucipo. Aunque Demócrito escribió unos 52 libros sobre Física, Matemática y Música -según Trasilo, su compilador-, todos se perdieron. Sólo nos han llegado algunos fragmentos sobre Ética, como referencias incluidas en las obras de Aristóteles y otros filósofos. 
• Como Parménides, acepta la imposibilidad de que la pluralidad surja a partir de la unidad, y los rasgos que Parménides atribuye al ente: inengendrado, indestructible, inmutable, finito, compacto, homogéneo e indivisible. Pero no acepta que los átomos sólo sean esféricos (los hay de otras formas) ni su unicidad. Pretende, como hicieron Empédocles y Anaxágoras, salvar la pluralidad y el movimiento en el mundo, que percibimos por los sentidos. 
«Algunos filósofos antiguos creyeron que lo que es debe ser necesariamente uno e inmóvil, pues siendo el vacío algo inexistente, no podríamos hablar de movimiento sin un vacío separador [de la materia], ni existiría una pluralidad de cosas sin algo que las separe. [...] Pero Leucipo creyó tener una teoría que, concordando con la percepción de los sentidos, no hacía desaparecer el nacimiento, la corrupción, el movimiento ni la pluralidad de seres» (Aristóteles, Sobre la generación y corrupción, I, 8, 325 a).
• Pero, a diferencia de Empédocles y Anaxágoras, admite el vacío -el "no-ser"- y niega cualquier tipo de fuerza (Amor, Odio, Noûs) ajena a la materia. Entre la multitud de realidades -átomos-, es preciso que exista algo, el vacío, pues si existen dos cosas separadas por algo, en realidad tendríamos tres cosas. Y si no hubiera separación entre ellas, serían una sola y única cosa. 
«Leucipo y su compañero Demócrito sostuvieron que los elementos son tanto "lo compacto" como "lo vacío", a lo cuales llamaron "ser" y "no ser", respectivamente. El ser está lleno, es compacto y sólido; el no-ser, es vacío y sutil. Como el vacío existe no menos que lo sólido, se sigue que el no-ser existe no menos que el ser. Juntos los dos constituyen las causas materiales de las cosas existentes» (Aristóteles, Metafísica, I, 4, 985 b).
• El vacío no es real si sólo consideramos real la materia que palpamos. Pero es algo real en cuanto que efectivamente existe o está presente entre dos sustancias distintas. El vacío tiene una importancia decisiva: hace posible la pluralidad y también el movimiento. Sin vacío, las partículas quedaban aprisionadas en la masa compacta de Anaxágoras. Pero gracias al vacío, los átomos pueden moverse libremente por él. 
• El mundo consta de infinitas partículas indivisibles (átomos), sólidas y compactas, inmutables (cada átomo individual posee las características del «ser» de Parménides, con la diferencia de que son infinitos en número). Carecen de cualidades sensibles y sólo se distinguen entre sí por la figura y la posición. Poseen movimiento propio y espontáneo en todas las direcciones (como las partículas de polvo en suspensión iluminadas por un rayo de sol). Chocando entre sí se enganchan y unen o rebotan y se separan. A veces se originan torbellinos de átomos que dan lugar a mundos infinitos, todos ellos perecederos. 
• Los choques entre los átomos son fortuitos, regidos por el azar. No obedecen a ninguna ordenación inteligente ni se orientan hacia un fin determinado. Materia, vacío y movimiento son los únicos elementos del cosmos atomista, una doctrina típicamente mecanicista. 
• El movimiento no se inició en ningún momento concreto, porque los átomos siempre se han movido eternamente en el vacío. Se quita así, de un plumazo, el problema del origen. 
• Toda forma de conocimiento se reduce al tacto o contacto. Los objetos emanan átomos (eidola, eídola) que viajan por el vacío y, al chocar con los órganos de nuestros sentidos, producen el conocimiento. Pero esto no significa que captemos las cosas tal como realmente son, pues cada uno capta de manera peculiar las cualidades de las cosas que nos transmiten los átomos. El pensamiento surge por una concentración de átomos anímicos en alguna parte del cuerpo, dotados de movimiento espontáneo. El alma son también un conjunto de átomos cuyas fuerzas mueven al cuerpo. 
® Conclusión: Las teorías de Leucipo y Demócrito fomentaron un modelo mecanicista de la naturaleza, cuyas consecuencias supieron extraer bien: ninguna inteligencia trascendente rige los procesos y acontecimientos del universo; tampoco los procesos naturales tienen una finalidad inmanente que los haga inteligibles. Lo que sucede en el universo obedece a una necesidad ciega, que para el hombre no es más que azar. Después de la Edad Media, este modelo mecanicista volverá a la escena filosófica.